Vencer al miedo

Anticipar un hecho,
vivirlo sin haberlo vivido
dá miedo.

Todos los posibles males se agolpan,
la desgracia coge formas concretas,
la posible enfermedad
se abre hueco entre las neuronas.
Accidentes, muertes hipotéticas...
Todas se anticipan en la cabeza,
llegando al corazón
innundando el cuerpo de miedo.
¿De miedo?
¡De mierda!

Lo aparto a manotazos,
lo empujo fuera,
lo miro de frente,
le aguanto la mirada
y le digo con firmeza:
¡Ahora no es el momento!
¡Vete con los otros miedos!
¡Sigue enredado en las telas de colores de los paraguas
que hay junto a la puerta!,
¡No  pases de ahi!

Le doy la espada,
apago la radio,
cierro la televisión.
Es ahora cuando cojo la pluma y escribo:
Cuánto miedo produce el miedo.