Palabras
Buceo
en las simas abisales de mi océano interior. Las palabras habitan en este mar,
las percibo con todos los sentidos, las siento rodeándome. Como peces pasan
rozándome, veo sus lomos plateados titilando en la distancia para escapar
ignorándome. Me quedo quieta, en silencio, sintiendo la inmensidad que me rodea
y las toneladas de expresiones me cubren. Las observo en silencio, se mimetizan
con los sentimientos y se esconden entre imágenes breves y repentinas. Observo
los adjetivos que pasan empujados por las corrientes cálidas procedentes de
otros términos. Las metáforas permanecen ocultas entre algas oscuras, estiro la
mano y se me escurre un adverbio que era preciso, soberbio, adecuado para un
poema o redondear un verso, pero se escapa, nada rápido y se aleja. Desfilan
muchos sustantivos observándome en la distancia, les hago señales, les enseño
mi pluma, la tinta verde, el papel de cuadros y se acercan desconfiados, pero
también huyen precipitadamente. Algunos verbos se enredan en mi pelo otros son
rémoras pegados a mi espalda. Me desplazo nadando y los siento aprovechando mi
movimiento, buceo con la presión inmensa de todo el mar lingüístico que me
rodea. Soledad profunda en mi océano interno. Absoluto silencio. Me rodean la
vida y el misterio. Todas las palabras me evitan, se esconden, rehúyen mis ojos
mientras yo, fiel a mi esencia de buceadora, intento atrapar alguna y llevarla
a mi libreta para que descubra lo mágico que es ser parte de un poema, una rima
o la expresión de un sentimiento. Intento convencerlas de lo maravilloso que es
describir con todos los matices un momento, lo admirable que es elevar lo
cotidiano a extraordinario tan solo con su presencia. Pero siguen sin aparecer
y yo voy perdiendo el poco oxígeno que me queda en los pulmones, braceo entre
ellas, salgo a la superficie y respiro. Respiro sabiendo que tendré que ir a
buscarlas en otro momento. Encontraré las palabras en otro momento.
Te superas, querida Rosa. Me impresionan tus intuiciones que coinciden con tus temas. Su desarrollo y la abundancia de circunstancias que envuelven la porioecia de tus tus juegos... Gracias por tu exquisita sensibilidad.
ResponderEliminarEs delicioso. Nunca me había planteado que alguien pudiera ser buceadora de palabras y, gracias a ello, construir y crear poesía a pesar de la difícil misión de encontrar las palabras exactas...y convencerlas a ellas de esta Misión singular y única. Gracias, una belleza descubrirte.
ResponderEliminarHermoso tu paseo dialogado con las palabras, Rosa. Gracias
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