Fuera de la trinchera
Has vuelto a caer en la trinchera,
¿has caído? ¿o te has metido?
No voy a bajar a buscarte.
Te miraré desde lo alto,
esperando tu impulso,
para prestarte mi mano.
¿Estás en el barro?
No voy a pringarme para sacarte
esperaré que seas tú quién haga pie
y despegue del cuerpo esa capa marrón
que te rodea.
Cuando eso ocurra yo estaré con mi mano
estendida para limpiarte.
¿Te llega el agua al pecho?
Bracea, busca apoyo y sal.
Yo seguire aqui extendiéndote la mano.
No bajaré al barro, ni me ahogaré en el agua,
ni me perderé en la trinchera.
Tu barro, tu trinchera, tu agua es tuya.
Yo estaré aqui esperándote.
Que bonito y acertado.
ResponderEliminarHay veces que la mejor manera de salvar
al que no quiere salvarse
es esperarle en la orilla.
Bss